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Post por illander el Jun 18, 2007 16:22:17 GMT 1
Con el paso de los años, el rey Thoradin murió de vejez y dejó libertad a sus sucesores para que expandieran el reino más allá de las murallas de Strom. Los cien magos originales estudiaron sus habilidades y las perfeccionaron. Estos magos eran cuidadosos y responsables con el uso de su magia, pero al pasar estos conocimientos a generaciones venideras, los secretos mágicos comenzaron a emplearse sin cuidado y a medida que los magos crecían en poder, se aislaban de la sociedad.
Se fundó una nueva ciudad, Dalaran, al norte de Strom. Muchos magos viajaron a Dalaran, donde se sumergieron en el estudio de la magia. los magos humanos aprendieron a convocar ventiscas y lluvias, así como a tele-transportarse de un sitio a otro, a volverse invisibles, a cambiar la forma de los animales, e incluso fueron capaces de liberar a los elementales de agua y emplearlos como aliados. Dalaran creció aceptando el poder de los magos, pero un poder oculto acechaba a los humanos.
Los agentes de la Legión de Fuego, expulsados tras la implosión del Pozo de la Eternidad, fueron atraídos por los constantes hechizos de Dalaran, que habían roto las efímeras barreras entre el mundo físico y los mundos etéreos. Estos demonios no suponían una gran amenaza, pero alteraban el orden en las calles de Dalaran. Los magos de Dalaran ocultaron la existencia de los demonios al público. La gente comenzó a sospechar que los magos ocultaban la verdad. Posesiones, apariciones de criaturas demoniacas y asesinatos provocaron el pánico entre los habitantes de Dalaran. Los magos, temiendo una revolución, pidieron ayuda a los Elfos Altos. Los elfos determinaron que se trataba solo de unos demonios perdidos por el mundo, pero sí advirtieron que si los hombres de Dalaran continuaban empleando magia a ese ritmo, la Legión de Fuego podría volver. Los elfos informaron a los magos humanos sobre la historia pasada de Kalimdor y la Legión de Fuego. Los magos, propusieron crear un grupo de expertos, y dar poder a un campeón mortal, un guardián que se enfrentaría en una cruzada secreta contra la Legión. Creando un grupo de apoyo para el guardián, los elfos redimirían sus pecados pasados.
Se establecieron reuniones en Tirisfal y se creó la secta de Guardianes de Tirisfal. Los Guardianes escogidos serían imbuidos con poderes mágicos de mago elfos y humanos. Solo habría un Guardián a la vez, pero tendría un vasto poder para luchar contra la Legión. Cuando un guardián envejecía demasiado se elegía un nuevo Guardián que luchara contra la Legión. Durante generaciones, los Guardianes han defendido las tierras de Quel'Thalas y Arathor, mientras el uso de la magia engrandecía el imperio humano.
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